Chicago derrota a Boston: ¿despega?

Después de aquella dolorosa derrota ante los Kings, en la que desperdiciaron una ventaja de abismo, hoy los Bulls derrotaron a Boston como visitantes. Antes de emocionarnos por ellos, diremos que se trata de apenas la 4ª victoria como visita en 17 juegos (9 de los próximos 11 son en esa condición) y que los Celtics no contaron con Kevin Garnett, Rasheed Wallace y Marquis Daniels, además de tener a Paul Pierce en malas condiciones.

Ahora sí, vamos por el optimismo. Chicago lideró el partido de inicio a fin, consiguiendo su tercera victoria consecutiva y la séptima en los últimos 10 partidos. Mostraron una defensa activa y marcaron una diferencia notable: habían caído ante el mismo rival por 28 y 26 puntos respectivamente en sus encuentros anteriores, durante ésta temporada.

Chicago es fundamentalmente el mismo equipo de las últimas campañas: juego interesante desde el perímetro y problemas con sus jugadores grandes. ¿Cómo solucionar eso? La esperanza será fichar a Boozer o Bosh, pero por el momento este es el juego de Chicago:

- Joakim Noah es el comodín defensivo. Rebotea (gran temporada con 12,2 rebotes de promedio contra 5,6 siendo rookie y 7,6 como sophomore), bloquea y ayuda a todos sus compañeros, tanto en los intercambios tras el pick & roll como al cerrarse en la defensa zonal.
- Taj Gibson es puro esfuerzo. Ayuda en los rebotes, transpira en defensa y toma lo que le entrega el ataque (normalmente poco) sin ningún tipo de reclamo. Tiene sus limitaciones pero no renuncia al esfuerzo.
- Tyrus Thomas entrega numéricamente casi lo mismo que Gibson, pero Thomas tiene un mayor potencial. Con éste jugador pueden suceder 2 cosas: será una esperanza perdida (en Chicago u otro equipo) o estallará rotundamente a partir de un cambio mental.
- Brad Miller es el veterano con buen lanzamiento exterior. Puede hacer aportes inteligentes (los que no figuran en la estadística) y probablemente luzca mejor en los playoffs. Si se clasifican.
- Aaron Gray y Jerome James no cuentan demasiado.

La defensa zonal disimula falencias defensivas de varios muchachos (Thomas, Miller) y permite que aporten su juego atlético. Cuando están en cancha Deng y Salmons es un equipo con buena altura. Necesitan la actitud de los últimos partidos, luchando por cada balón y siendo solidarios en defensa.

El ataque no parece estar afinado. Rose mejoró luego de un inicio flojo pero aún puede entregar más e integrar a sus compañeros al esquema ofensivo. Salmons y Deng están marcados por la irregularidad (partidos de 30 puntos seguidos de pésimos lanzamientos) y aún no asustan desde el triple. Hinrich siempre está en un nivel parejo en ambos lados de la cancha. Pargo todavía no se acopló.

Por momentos utilizan la ofensiva Princeton (parece no gustarles demasiado), a veces Rose se empecina en retener la pelota, tienen problemas para ejecutar el pick & roll porque sus grandotes no tienen tiro de media distancia. Estos problemas parecen evidenciar que Chicago no tiene una ofensiva confiable. ¿De qué depende su ataque?

La pregunta se responde con los mismos argumentos que implantó Scott Skiles: defensa. Chicago a mejorado a partir del empeño en el lado defensivo, con una marca de 17-8 cuando el rival no supera los 100 puntos (68% de victorias). Cuando no defienden bien, pierden (0-12 cuando el rival supera la centena).

Este equipo no ganará el campeonato. Pero si insisten en la defensa y logran mayor eficacia en la ejecutoria ofensiva es probable que luchen en una primera ronda de playoffs. Quizás como la campaña pasada ante Boston.