Todos los equipos en la NBA tienen al menos un jugador estrella, en el mejor de los casos más de una o mejor aún, un jugador franquicia. Hago la aclaración: estrella puede ser Allen Iverson actualmente, con mucho talento pero imposible de hacerlo un jugador de equipo. Un hombre franquicia es la piedra fundamental a partir de la cual se puede construir un equipo, como podría ser Kevin Garnett.
Dicho lo anterior veamos cómo los siguientes equipos parecen no preocuparse por responder al paradigma anterior y así también pueden ganar. Los candidatos son:
Houston Rockets (6-4): sin Yao Ming ni T-Mac
Con la esperanza puesta en la recuperación de MacGrady y conociendo la ausencia del pivot chino, Houston comenzó la campaña sin lamentarse y utilizando las armas de las que disponen: generosidad en el esfuerzo, concentración para la defensa, jugadores basquetbolísticamente inteligentes (Scola, Battier, Andersen) y sacando provecho de los puntos fuertes individuales, principalmente de Aaron Brooks para acelerar el paso, el novato Budinger de notable inicio (parece un jugador hecho a medida del equipo) y los aleros Ariza, Scola y Landry.
Seis victorias en los 10 partidos disputados, victoria ante Lakers incluida, hablan de un equipo aguerrido y que rehúsa a la autocompasión. Cuando MacGrady se sume al equipo, conociendo sus dotes y sus puntos débiles, ¿podrán mantener la intensidad en el juego o pondrán toda la presión en sus hombros?
Saber integrarlo es tarea de Rick Adelman. De hacerlo positivamente, este equipo crecerá. En caso contrario, ¿necesitan a esta estrella?
Sacramento Kings (5-4): sin Kevin Martin
Cuando Martin se lesionó todo pareció oscurecerse en Sacramento. Promedios de 30,6 puntos y 5,4 rebotes con una eficacia de 44,7% en triples y 85,7% en libres. Claro que el registro de los Kings era negativo: 1-4.
A partir de allí los Kings han compartido un poco más el balón, suplantando a Martin un base como Udrih que puede armar en lugar de pensar siempre en lanzar. Además Nocioni ha comenzado como titular, aportando el sacrificio conocido y la dureza mental que le faltaba al equipo la campaña anterior. Omri Casspi ha sido una grata sorpresa, aumentando su participación a partir de la lesión del lanzador estelar. Mayor espacio para Tyreke Evans, que parece más cómodo y hasta más comprometido con el equipo. Puede mejorar.
Con Martin en el equipo, Sacramento anotó más de 100 puntos en 2 ocasiones. Sin el escolta lo han hecho en los siguientes 4 juegos.
Esta racha positiva y el récord ganador pueden ser un espejismo, pero lo cierto es que Sacramento está atravesando un momento feliz que hacía años no tenía. Nadie puede reclamar un papel de estrella y parece que eso ha generado un clima propicio para esforzarse y para luchar, a partir de lo que se han encadenado 4 victorias consecutivas y 5 de los últimos 6 juegos se cuentan a favor.
¿Cuándo vuelva Martin habrá un egoísmo asegurado o podrá Kevin contagiarse del momentum actual? Pronto lo sabremos.
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